domingo, 29 de noviembre de 2015

Una novela en un mes, días 26 - 28



Mis esenciales para poder escribir son entre básicos y especializados.
Son cosas o más bien factores que en mi caso propician la escritura, empecemos.
 
Café.
El café o el té es un pilar fundamental justo al lado de mi ordenador o de o de mi cuaderno. Pero no por el hecho de la teína o la cafeína, sino por tener algo que hacer. Me explico; si estoy escribiendo y tengo que repasar o más bien estudiar qué demonios he hecho ahí, pues me gusta tener algo, un elemento externo que me saque de escribir. Algo que hacer con las manos mientras leo.

Bolígrafos de distintos colores.
Al repasar muchas veces no entiendo lo que pongo o simplemente quiero quitarlo asique necesito colores para subrayarlo, márcalo o simplemente algo para llamarme la atención a la hora de pasarlo a limpio. También ocurre que soy muy especialita para los bolis, por lo que necesito elegir muy bien antes de ponerme a escribir porque luego me entra mucha mala leche si me quedo sin bolis.
 
Pos-it.
Esto es un poco absurdo pero generalmente escribo cosas que no me gustan o que considero que necesitan un final alternativo por lo que en vez de tacharlo escribo encima con un pos-it y así más adelante decido que dos partes me gustan. Pero digo post-it como digo, cacho de papel arrancado.

Lugar cómodo.
Un sitio donde sepas que no vas a tener dolores, donde no haya malas posturas y donde por supuesto, puedas tirarte dos horas sin moverte. En mi casi son, la cama para el ordenador, puesto que puedo ponerlo en mis piernas y apoyar la espalda en la pared, y en el caso del cuaderno la mesa de mi salón con la silla de la cocina. Es importante encontrar tu lugar y estudiarlo.

Ruido de fondo.
Esto es algo que solo yo creo tener como manía. Me gusta escuchar cosas de fondo, depende de mi estado de humor, a veces puedo tolerar música pero en general no porque me influye mucho a la hora de escribir y puedo pasar del dramatismo a la rebeldía antes de acabar el capitulo. Por eso prefiero el ruido. Me encanta escribir en una cafetería o en un lugar con gente, con la televisión puesta o con algún video en el móvil que no sea muy interesante para no descentrarme. Porque si tengo que quitar mi mente de algo externo me centro mucho más en lo que quiero.
Evitar contaminaciones.
Internet es muy peligroso. Demasiado. Pero igual de peligroso es la televisión. Admiro a esas personas que puedes despegarse del ordenador después de ver una serie sin caer en otro capítulo o en una película incluso. Es por  eso que cuando se que tengo todo el día para escribir pues intento no contaminarte con  el exterior y lo máximo que hago para entretenerme es leer algún ensayo o meterme en tumblr.

Tiempo.
Parece algo muy lógico y ridículo y seguramente os esperéis que diga, necesitas tiempo para escribir minimo una hora pero seamos sinceros, a menos que sea fin de semana no vas a tener tanto tiempo, eso si no hay examen, lo que quiero decir con tiempo es que si en un hueco de tu vida, si en un rincón que te encuentres con tu bolígrafo de tinta, tu té de roibos en un pasillo esperando para entrar en clase, escribe. Aunque sean cinco minutos, o veinte: ESCRIBE.
El tiempo es escaso, no lo malgastemos y luego nos lamentemos de no haber hecho nada.


Y bueno eso es todo lo que tengo que decir respecto a mis hábitos de escritura, que por desgracia no siempre cumplo.



JC

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