La opacidad
de los personajes me preocupa.
¿Qué ocurre
si no soy capaz de darles vida? ¿De hacer que sean reales? ¿Y si me salen
planos? ¿Y si son idiotas? ¿Y si no congenian los unos con los otros?
Me cargo la
obra entera. Y eso sería horrible.
Otra cosa
que me preocupa es que no evolucionen. Que se queden estancados desde la
primera hoja y no sepamos discernir entre sus personalidades.
Eso me trae
de cabeza…
Uno de los
grandes ejemplos de evolución de personajes es “Canción de hielo y fuego” de
George RR Martin.
Sé que
conseguir algo así es demasiado ambicioso pero lo tengo muy presente.
Como los
personajes cambien desde niñas asustadas hasta conquistadoras con dragones. Es
ciertamente mágico como lentamente los personajes se van desglosando hasta que
son lo que conocemos ahora. Y no nos extraña, ni nos espanta. Es simplemente
real.
Así que he decidido
entrevistar a mis personajes cada cinco capítulos.
A todos
ellos.
Bueno, quizá
solo a mi protagonista, pero si tengo tiempo desde luego que lo haré con todos.
Un pequeño
cuestionario donde sea capaz de discernir si lo estoy haciendo bien o no.
Si mi
personaje principal cae mal, estoy acabada.
JC
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