miércoles, 11 de noviembre de 2015

Una novela en un mes, día 10



¿Cómo regodearte en el dolor de una persona sin llegar a ser pesado?
Me preocupa que cuando no de mis personajes se ponga a llorar acabe convirtiéndolo en un borrón de mocos.
No quiero que el lector se emociones, ni mucho menos, pero quiero que entienda porque está llorando y que no sienta que está dramatizando una situación.
Eso lo puedo solventar de dos formas:
Con un dialogo extenso pero coherente que ponga en situación al lector mientras mi personaje llora de manera suave.
O bien poner un pequeño párrafo describiendo el dolor y el llanto desgarrador para, de nuevo, poner en situación al lector.
Ambos pueden salir muy bien pero también pueden ser un completo desastre.
                 
JC

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