Sinopsis: Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. Érase una vez... Edad recomendada: novela juvenil de fantasía.
He de decir que le tenía muchas ganas a este libro y aun
mayores expectativas. Y eso es lo peor que te puede pasar cuando empiezas un
libro. Porque casi siempre se viene a abajo. Pero con "Sueños de
Piedra" me pasó algo extraño. Al empezar ya sabía que los personajes me
iban a caer bien pero jamás pensé que me iba a sentir identificada con todos.
Es como si cada uno de ellos tuviera una parte de mí. Compartía con todos algo
que me conmovía. Esa conexión hacia muy fácil la lectura y al mismo tiempo muy
difícil. Verme reflejada en las inseguridades, miedos y ambiciones de cada uno
era algo extraño. Pero es la magia de los sentimientos, estés donde estés son
los mismo. Y puede que en la vida real no tengamos un reino amplio y
misterioso, no torres de magia ni encantamientos fallidos, pero si tenemos
desgracias, decepciones y sueños rotos. En esta novela se narra la lucha
incansable de personajes cabezotas a los que nadie, salvo ellos mismos pueden
derrotarse. Tenemos un príncipe arrogante al que le vamos deshojando poco a
poco hasta desenmascarar a un líder nato. Una muchacha obligada a la
prostitución pero que no deja que nadie le coloque un título a menos que ella
se lo gane por propia voluntad. Y tenemos un hechicero joven, atolondrado cuyas
aspiraciones se ven truncadas por aparente su falta de talento. Los tres
comienzan un viaje por su país pensando en descubrir nuevos lugares y se
encuentran a ellos mismos. Se conocen entre ellos y descubren que merece la
pena luchar por uno mismo. Yo soy una firme creyente de las enseñanzas de los
libros y aquí tenemos una muy valiosa, la de quererse a uno mismo, valorase y
nunca ponerse limites o barreras. Además de que me gusta el hecho de que no se
pisan los sueños los unos a los otros. Es decir, que pese al interés propio,
cada uno comprende y acepta que han de tomar caminos diferentes para realizarse
como personas. Cuando llegué a la mitad del libro ya era predecible pero para
ser honestos, no me importaba.
Deseaba con fuerzas que fuera tal y como lo
había imaginado. Porque los personajes se lo merecían, eran dignos de un gran
final. Por lo que en otra novela me hubiera molestado aquí simplemente no me
importó.
Otra cosa que me sorprendió por el hecho de que lo disfrute
fue que la historia está contada a dos voces. Generalmente eso no suele
gustarme pues me parece muy cargante tener que oír la misma historia desde dos
puntos de vista, en cambio aquí solo me hizo meterme más aun en la novela. Ver la
historia de una forma circular, sin tapujos. Un narrador omnisciente no hubiera
encajado aquí porque necesitamos opiniones de cada elemento que se sucede y también
es un punto importante a la hora de comprobar la evolución de cada personaje.
Es sin duda un gran libro con un trasfondo duro. Había escenas realmente
cruentas, en las que se me revolvían las tripas pero eran necesarias. Hacían al
personaje como eran y por tanto debíamos conocerlas. Ha sido una gran novela la
verdad. Y no descarto cogerla solo por el placer de sentir arropada por esos
personajes que se han convertido en mis cómplices. Es como un sitio seguro
porque sé que las cosas pueden y seguramente salgan muy mal en la vida, que
haya momentos en los que no nos gustemos a nosotros mismos y nuestros sueños se
vuelvan de piedra a la espera que reacciones pues merece la pena luchar por
nosotros mismos. Eso es lo que me han enseñado Arthmael, Lynne y Hazan.
JC Luna
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