miércoles, 2 de diciembre de 2015

Reseña de "Outlander" de Diana Gabaldon



Sinopsis: 1945. La guerra ha terminado y una joven pareja se reúne por fin para pasar sus vacaciones en Escocia. Una tarde, cuando pasea sola por la pradera, Claire se acerca a un círculo de piedras antiquísimas y cae de pronto en un extraño trance. Al volver en sí se encuentra con un panorama desconcertante: el mundo moderno ha desaparecido, ahora le rodea la Escocia de 1734, con sus beligerantes y supersticiosos clanes, hombres y mujeres rudos, a veces violentos, pero con una capacidad de vivir y de amar como Claire jamás había experimentado en su anterior vida."


 
Empecemos con el libro, ese maravilloso libro. Siempre digo que hay tres tipos de libros, o más bien tres elementos que se turnan dependiendo de su calidad o cualidad:
Los que tienen una buena historia
Los que tiene buenos personajes
Los que tienen buena escritura.
Y aquí Diana consigue las tres cosas lo que la hace a ella magnifica y a este libro perfecto.
Al empezar la novela, paladeas las palabras y en mi caso sientes flotar. La sencillez con la que se expresa no choca con su juego  de expresiones. Casi suspiraba al leer la instrucción, la descripción de los sentimientos de Clair, sus inquietudes y sus monólogos, son simplemente exquisitos.
Porque cuando un autor tiene talento, se nota. Cuando se toma su tiempo en pensar tramas elaboradas, se nota. Y cuando se desvive por hacer personajes reales y coherentes, se disfruta.
Y este es un claro ejemplo.
La trama es muy atrayente, suficientemente sencilla como para no tenerte muy confuso pero lo justo de complicada como para que te quedes pegado al libro intentando determinar que ocurre y por qué. Además está toda la carga histórica que la autora te mete pero sin ser cargante. Realmente te enseña la cultura escocesa, sus comidas, sus lugares, sus gentes, pero todo de manera natural, empapándote de ello sin que casi te des cuenta. Esta mujer es excepcional.
Otro gran punto es la historia de amor. Es verdad que cuando te la presentan no es lo principal, en cuando termina la historia, si es importante pero hay mucho más que dos personas que se enamoran.
No me suele gustar las historias de amor, ni leer como dos personas se enamoran, me aburre. Pero aquí, ya sea porque está muy bien construida o porque realmente era el tiempo propicio me encantó leer como Clair se enamoraba.
El porqué es sencillo. Adoro a Clair. Es uno de los personajes femeninos más fuertes que he leído nunca. Pero ya hablaré de ella más adelante, porque la otra razón de que me encantara es que el amor no cambia a los personajes, los muestra tal y como son en su versión más feliz y realista. No es ñoño porque los personajes no lo son.

Estamos en Escocia, ruda, fría y llena de magia. Pero sobretodo de hombres fuertes y luchadores, que van a la guerra por placer, que pegan a sus mujeres o hijos  en definitiva hombres en su más amplia definición. Ellos son los mejores, los que mandan, pero de pronto nos damos de bruces cuando encontramos con que los personajes más fuertes y los que realmente resuelven los problemas son mujeres. Son inteligentes, con una endereza apabullante. Hay una inmensa variedad.
Empecemos con Clair. Soy una defensora acérrima de este personaje. Cualquier cosa que hay me apasiona y creo que la literatura necesita más personajes como ella. Porque hablamos de una mujer que ha estado en la guerra, ha sobrevivido a horrores, en el campo de batalla, curando a soldados y aguantando bombas de todo tipo. Ella es dura, tiene las ideas claras, agallas y carácter cuando es necesario. No se deja amedrentar por ningún hombre ni tampoco tiene miedo de decir lo que piensa. Es una mujer a la que admirar, una superviviente pero de las que da la impresión de que tenían todo planeado desde hace días.
Es verdad que el amor a toca de lleno y la cambia en cierto sentido pero sus pasos son firmes, no se deja llevar por lo que el hombre dicta, ella acata las normas que se le imponen pero consigue que Jamie se adapte a ella. Es consciente de que está en Escocia y de que no puede hacer las cosas como antes pero también les hace saber a todos que si algo le parece mal, por muy tradicional que sea, se pondrá en pie para denunciarlo.




Otra gran mujer en este libro es Gellis. Aunque con ella me asaltan conflictos internos que debería resolver.
Por una parte la amo por su carácter jovial y risueño y por otra parte la quiero zarandear hasta que entre en razón. Me temo que no puedo hablar de ella porque seria un SPOILER  se los gordos pero dejo en el aire una frase que no la dijo a ella pero que tiene mucho que ver:
“No he conocido todavía una mujer vieja que crea en brujas, ni tampoco una joven. Son los hombres quienes piensan que debe haber brujería y magia en las mujeres, cuando solo son cosas naturales en ellas”  Murtagh Fraser.


Hablemos de la señora Fits, la mujer que regenta el castillo con una risita y una colleja. Es una humilde sirvienta y al mismo tiempo todos los hombres del castillo la respetan como si fuera la ama y señora. Pero no queda raro, es que la señora Fits induce a ello. Es firme pero dulce, decidida pero amable. Tiene lo mejor de cada cualidad.




Pasemos a otra excepcional mujer que es Jenny Murray. Con mala leche, voz profunda y un total desinterés sobre lo que es adecuado hacer en una discusión esta mujer demuestra que ha nacido para ser escuchada y valorada.
Es una mujer de su tiempo, consciente de que mundo le rodea pero sacando la mejor tajada al mismo. Aprovecha la vida y le saca el beneficio más inesperado alzando la voz y agarrándole de los huecos a quien sea.
No puedo decir quién es exactamente porque de nuevo hablamos de una de las partes más intensas de la trama pero he de decir que si aguantáis hasta la mitad del libro os juro que encontraros con esta mujer será una delicia.
Outlander está lleno de mujeres que merecen la pena analizar por qué extraña mucho encontrar mujeres que mandan a sus maridos en una época en la que se las doblegaban y encorsetaban para que se estuvieran quietas.


Pero ahora hablemos de los hombres. Hay un millar de ejemplos desde Colum Mackenzie, un hombre poderoso, capaz de levantar un ejército pero no su culo de una silla sin ayuda, Dougla Mackenzie un hombre casi tan leal a su hermano como vil y estratega hasta Jonathan Randall un hombre que me tiene totalmente enamorada, pero no porque sea bueno ni un personaje genial sino por la complejidad de sus pensamientos.


 





Creo que entre todos esos uno tiene a quien elegir pero creo que me quedaré con Jamie Fraser, como todas digo yo. El es… un cachorrito adorable. Dulce, bueno, cariñoso, a veces torpe y de repente es un hombre valiente, ardiente, con talento para luchar y con un sentido de la justicia tan desarrollado que le mete en problema. Tiene muchas facetas que mostrando poco a poco pero que en ningún momento sorprende ni chirrian. Son cosas lógicas que te hacen amarle. Es algo muy interesante ver como un personaje deja de lado sus creencias y todo aquello con lo que ha crecido. Es un proceso duro y Jamie lo pasa, pero de manera lenta, tomando conciencia, al igual que nosotros de que eso no está bien. Simplemente le amo.

La autora trata bien a sus personajes, los conoce bien lo que se traduce en una conexión entre el libro y el lector. Ahora bien, es una historia densa, muy larga con casi mil hojas en el primer libro pero merece la pena. Mucho. Cuando lo abres desconectas de todo y te sumerges en este mundo del que no querrás salir.

JC

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