Sinopsis: 1945.
La guerra ha terminado y una joven pareja se reúne por fin para pasar sus
vacaciones en Escocia. Una tarde, cuando pasea sola por la pradera, Claire se
acerca a un círculo de piedras antiquísimas y cae de pronto en un extraño
trance. Al volver en sí se encuentra con un panorama desconcertante: el mundo
moderno ha desaparecido, ahora le rodea la Escocia de 1734,
con sus beligerantes y supersticiosos clanes, hombres y mujeres rudos, a veces
violentos, pero con una capacidad de vivir y de amar como Claire jamás había
experimentado en su anterior vida."
Empecemos
con el libro, ese maravilloso libro. Siempre digo que hay tres tipos de libros,
o más bien tres elementos que se turnan dependiendo de su calidad o cualidad:
Los que
tienen una buena historia
Los que tiene
buenos personajes
Los que
tienen buena escritura.
Y aquí Diana
consigue las tres cosas lo que la hace a ella magnifica y a este libro
perfecto.
Al empezar
la novela, paladeas las palabras y en mi caso sientes flotar. La sencillez con
la que se expresa no choca con su juego
de expresiones. Casi suspiraba al leer la instrucción, la descripción de
los sentimientos de Clair, sus inquietudes y sus monólogos, son simplemente
exquisitos.
Porque
cuando un autor tiene talento, se nota. Cuando se toma su tiempo en pensar
tramas elaboradas, se nota. Y cuando se desvive por hacer personajes reales y
coherentes, se disfruta.
Y este es un
claro ejemplo.
La trama es
muy atrayente, suficientemente sencilla como para no tenerte muy confuso pero
lo justo de complicada como para que te quedes pegado al libro intentando
determinar que ocurre y por qué. Además está toda la carga histórica que la
autora te mete pero sin ser cargante. Realmente te enseña la cultura escocesa,
sus comidas, sus lugares, sus gentes, pero todo de manera natural, empapándote
de ello sin que casi te des cuenta. Esta mujer es excepcional.
Otro gran
punto es la historia de amor. Es verdad que cuando te la presentan no es lo
principal, en cuando termina la historia, si es importante pero hay mucho más que
dos personas que se enamoran.
No me suele
gustar las historias de amor, ni leer como dos personas se enamoran, me aburre.
Pero aquí, ya sea porque está muy bien construida o porque realmente era el
tiempo propicio me encantó leer como Clair se enamoraba.
El porqué es
sencillo. Adoro a Clair. Es uno de los personajes femeninos más fuertes que he
leído nunca. Pero ya hablaré de ella más adelante, porque la otra razón de que
me encantara es que el amor no cambia a los personajes, los muestra tal y como
son en su versión más feliz y realista. No es ñoño porque los personajes no lo
son.
Estamos en
Escocia, ruda, fría y llena de magia. Pero sobretodo de hombres fuertes y
luchadores, que van a la guerra por placer, que pegan a sus mujeres o
hijos en definitiva hombres en su más
amplia definición. Ellos son los mejores, los que mandan, pero de pronto nos
damos de bruces cuando encontramos con que los personajes más fuertes y los que
realmente resuelven los problemas son mujeres. Son inteligentes, con una endereza
apabullante. Hay una inmensa variedad.
Empecemos
con Clair. Soy una defensora acérrima de este personaje. Cualquier cosa que hay
me apasiona y creo que la literatura necesita más personajes como ella. Porque
hablamos de una mujer que ha estado en la guerra, ha sobrevivido a horrores, en
el campo de batalla, curando a soldados y aguantando bombas de todo tipo. Ella
es dura, tiene las ideas claras, agallas y carácter cuando es necesario. No se
deja amedrentar por ningún hombre ni tampoco tiene miedo de decir lo que
piensa. Es una mujer a la que admirar, una superviviente pero de las que da la
impresión de que tenían todo planeado desde hace días.
Es verdad
que el amor a toca de lleno y la cambia en cierto sentido pero sus pasos son
firmes, no se deja llevar por lo que el hombre dicta, ella acata las normas que
se le imponen pero consigue que Jamie se adapte a ella. Es consciente de que
está en Escocia y de que no puede hacer las cosas como antes pero también les
hace saber a todos que si algo le parece mal, por muy tradicional que sea, se
pondrá en pie para denunciarlo.
Otra gran
mujer en este libro es Gellis. Aunque con ella me asaltan conflictos internos
que debería resolver.
Por una
parte la amo por su carácter jovial y risueño y por otra parte la quiero zarandear
hasta que entre en razón. Me temo que no puedo hablar de ella porque seria un
SPOILER se los gordos pero dejo en el
aire una frase que no la dijo a ella pero que tiene mucho que ver:
“No he conocido todavía una mujer vieja que
crea en brujas, ni tampoco una joven. Son los hombres quienes piensan que debe
haber brujería y magia en las mujeres, cuando solo son cosas naturales en
ellas” Murtagh Fraser.
Hablemos de
la señora Fits, la mujer que regenta el castillo con una risita y una colleja.
Es una humilde sirvienta y al mismo tiempo todos los hombres del castillo la
respetan como si fuera la ama y señora. Pero no queda raro, es que la señora
Fits induce a ello. Es firme pero dulce, decidida pero amable. Tiene lo mejor
de cada cualidad.
Pasemos a
otra excepcional mujer que es Jenny Murray. Con mala leche, voz profunda y un
total desinterés sobre lo que es adecuado hacer en una discusión esta mujer
demuestra que ha nacido para ser escuchada y valorada.
Es una mujer
de su tiempo, consciente de que mundo le rodea pero sacando la mejor tajada al
mismo. Aprovecha la vida y le saca el beneficio más inesperado alzando la voz y
agarrándole de los huecos a quien sea.
No puedo
decir quién es exactamente porque de nuevo hablamos de una de las partes más
intensas de la trama pero he de decir que si aguantáis hasta la mitad del libro
os juro que encontraros con esta mujer será una delicia.
Outlander
está lleno de mujeres que merecen la pena analizar por qué extraña mucho
encontrar mujeres que mandan a sus maridos en una época en la que se las
doblegaban y encorsetaban para que se estuvieran quietas.
Pero ahora
hablemos de los hombres. Hay un millar de ejemplos desde Colum Mackenzie, un
hombre poderoso, capaz de levantar un ejército pero no su culo de una silla sin
ayuda, Dougla Mackenzie un hombre casi tan leal a su hermano como vil y
estratega hasta Jonathan Randall un hombre que me tiene totalmente enamorada,
pero no porque sea bueno ni un personaje genial sino por la complejidad de sus
pensamientos.
Creo que
entre todos esos uno tiene a quien elegir pero creo que me quedaré con Jamie
Fraser, como todas digo yo. El es… un cachorrito adorable. Dulce, bueno,
cariñoso, a veces torpe y de repente es un hombre valiente, ardiente, con
talento para luchar y con un sentido de la justicia tan desarrollado que le
mete en problema. Tiene muchas facetas que mostrando poco a poco pero que en
ningún momento sorprende ni chirrian. Son cosas lógicas que te hacen amarle. Es
algo muy interesante ver como un personaje deja de lado sus creencias y todo
aquello con lo que ha crecido. Es un proceso duro y Jamie lo pasa, pero de
manera lenta, tomando conciencia, al igual que nosotros de que eso no está
bien. Simplemente le amo.
La autora
trata bien a sus personajes, los conoce bien lo que se traduce en una conexión
entre el libro y el lector. Ahora bien, es una historia densa, muy larga con
casi mil hojas en el primer libro pero merece la pena. Mucho. Cuando lo abres
desconectas de todo y te sumerges en este mundo del que no querrás salir.
JC